1) Sé humilde. El hecho de que hayas obtenido un título para el gobierno de una embarcación de recreo, sea cual sea, no implica que sepas navegar. Escucha y aprende de la gente con más experiencia que tú. El navegante se hace en la mar, navegando y trabajando en cubierta.
2) Navegar no consiste en salir a dar paseos en barco. Navegar es ir de un punto a otro en la mar sabiendo en todo momento cuál es tu posición, dónde estás.
3) Por ello trata de aprender todas las técnicas existentes de navegación costera y si es posible, astronómica. Son muy bonitas y no son difíciles. Entrénate con la alidada y si te es posible que alguien te enseñe a manejar un sextante. Antes de comenzar a tomar alturas de los astros aprende a usar el sextante tomando ángulos horizontales.
4) Los equipos electrónicos de ayuda a la navegación (GPS, PLOTTER etc) son eso. EQUIPOS DE AYUDA. Navegar con los mismos no implica que sepas navegar. Un auténtico navegante sabe navegar sin la ayuda de esos equipos.
5) Enamórate de las cartas náuticas en papel. Acostúmbrate a trabajar con ellas. Aprende a interpretarlas. Son los mapas de la mar. Sin cartas no hay navegación y por supuesto no hay navegantes.
6) Nunca te rías de nadie porque lleve un barco más pequeño, más viejo o con menos prestaciones que el tuyo. Insisto, sé humilde. Ante el mar todos somos igual de pequeños, o dicho de una forma menos elegante, de mierdecillas.
7) Nunca de rías de nadie porque se maree en un barco. TODOS NOS MAREAMOS EN LA MAR, te lo aseguro. Es simplemente una cuestión de resistencia o aguante ante el mal tiempo. La continua falta de equilibrio por los balances y pantocazos nos lleva a todos a marearnos. Procura llevar siempre a bordo agua y si te es posible té y algunas galletas. Y SIEMPRE, SIEMPRE BIODRAMINA en pastillas o en chicle.
8) Eso de que el mar es traicionero es una mentira de las gordas (muy poética eso sí) pero mentira, un lugar común. El mar es un viejo cabrón con muy mala leche pero que suele anunciar sus cambios de estado o de carácter con signos bastante evidentes que con la experiencia a bordo iremos aprendiendo a interpretar. Sé observador y prudente y aprende a interpretar esos signos que anuncian el cambio. Y por cierto; cuando estés en un temporal no pienses que es lo peor que has visto en tu vida. Con los años siempre te encontrarás con otro mucho peor. Y siempre ante la duda es mejor no salir de puerto o buscar refugio en uno.
9) Lleva a bordo siempre un ejemplar del Reglamento Internacional Para Prevenir los Abordajes en la Mar. Léelo, conócelo, consúltalo. Es la Biblia de la los marinos.
10) El navegar proporciona una de las mayores sensaciones de libertad que existen. Cuantos más conocimientos náuticos tengamos y más técnica sea nuestra navegación más disfrutaremos.
Pues eso; a navegar y a disfrutar. Abrazos marineros a todos.
Fernando.García Echegoyen
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